lunes, 13 de septiembre de 2010

domingo, 4 de julio de 2010

lunes, 21 de junio de 2010

COSAS SUELTAS


COMPRAR PAN

Ayer me fui a comprar un poco de pan, era temprano y hacía frío, cuando crucé la calle pensé, ¿y si ya se llevaron los bollitos que a mi me gustan, entonces que hago, sigo caminando o me vuelvo?, y bueno, voy, con ir no pierdo nada, está bien paso un poco de frío, pero no me voy a resfriar por unos metros y no sé, está tan fresco y yo con las defensas medio bajas, bueno que se yo, ya estoy en camino, ¡Uy! ¿y la panadería, no me digás que se mudaron, en qué momento?, no te digo, me tendría que haber quedado adentro, de paso hago dieta, a casita entonces, si porque otra por acá no hay, no te puedo creer acá está, me pasé de largo, que tonta.
- Hola, tenés los bollitos saborizados que llevó siempre.
- Sí, ¿cuánto querés?
- Eh…., no sé, no mejor dame esos grisines diet.
- ¿Cuánto te doy?
- Unos diez, no sé cuanto será eso en peso.
- Y, la verdad que no sé pero poco, ya te digo.
- No, deja no me digas, no hace falta, estoy apurada, damelos así no más, sin la bolsa, los llevo en la mano, total son pocos.
Los agarra, los parte sin querer y se le caen algunos pedazos. Levanta medio del piso, lo limpia, se lo lleva a la boca. Sale del lugar saludando con la boca llena.
- Hasta mañana.

.................................................

COSAS QUE PENSE UN DIA EN EL 2005
(Retrospección y que hubo de eso)

En el 2005 entré en una especie de retrospección, intromisión, un poco se dio sin querer queriendo, no sé si lo disfruté, a veces creo que si y otras cuantas creo que no. Logré hacer cosas que deseaba hacía tiempo: dejar de hacer tantas cosas y no sé como me fue, pero un poco lo logré, me dediqué solo a una o eventualmente a dos cosas, pero a una con mayor peso que a la otra, pero los días pasaban y yo extrañaba hacer ese otro montón de cosas de las que me quejo cuando las hago. Pensé que como iba a tener más tiempo lo iba a aprovechar mejor, pero no, no hice cosas que no hago en otras ocasiones por falta de tiempo, al contrario, este año tuve más sueño, dormí más veces la siesta, ví más televisión pero no más películas, no practiqué más música ni escritura, no fui al campo, no visité gente amiga que no veo casi nunca, no hice yoga ni ninguna disciplina oriental, leí un poco más, eso sí, pero tampoco mucho más, al principio empecé con revistas y después me aburrieron y seguí con buenos libros, por momentos en la lectura me compenetraba tanto que llegué a sentir que me transformaba en los personajes de los libros o en el autor y a veces terminaba de leer agotada, como si a mi me hubiese pasado todo lo que estaba escrito, fue terrible con los libros sobre modernidad y posmodernidad, por que yo era un poco de todo en un montón de tiempos diferentes y no logré entender bien nada, ni donde estaba, ni que pasaba, fui Einstein, Baudelaire, Artaud, Picasso, Freud, Marx y una lista innumerable de otros personajes históricos. Cuando dejaba de ser ellos y me trasformaba en mi, o en mi yo, o que se yo, ya era tarde, no sólo no entendía nada sino que la confusión era tal que ya no sabía ni donde ni con quien estaba, pero bueno, calculo que si el año próximo, me propusiera volver a hacer un montón de cosas, al menos todas las que dejé de hacer este año, que después de todo tampoco son tantas, seguramente extrañaría tener más tiempo para mi, para leer, para ver películas, porque me faltan muchos clásicos del cine por ver, hacer alguna disciplina oriental, estudiar un poco más música y dedicarle más tiempo a la escritura.
De todos modos, algunas cosas sueltas que no pude hilvanar, escribí, unas buenas y malas canciones y otros textos que no sé que intentan ser pero si sé que quieren ser por que aquí están.

....................................................


...............................

MALOS PENSAMIENTOS

Que sería lo peor ya? El año era agotador, ella estaba agotada. El año era abrumador, ella estaba abrumada. El año era triste, ella estaba triste. Sonaban explosiones, las explosiones pueden dar miedo, pero estas no eran de temer, aun que lo mismo le daban miedo. Y qué, lo peor? Como todo estaba oscuro para ella, lo más lindo que podía imaginar era lo peor, que dejando la puerta abierta de su patio, entraban dos ladrones insensibles y que mientras su perrita pequeña y cachirula, ladraba y trataba de defenderla moría por el disparo de estos dos insensibles hombres, que le disparaban sin titubear, y la imagen era horrorosa. En este momento, lo peor que podría pasar es ver a mi perra muerta en el patio de mi casa, a causa de un disparo, ella no se lo merecería, por nada, por nada del mundo. Tratando de darme ánimo, pienso, qué sería lo mejor que me podría pasar ya? Lo primero que se me ocurre es que termine el año, porque ya no lo soporto, por lo tanto que pase este año, casi sería lo mejor que podría pasar, aunque eso sucederá con total naturalidad, el tiempo no se detiene, al menos no lo hace cuando yo puedo darme cuenta, por lo tanto, lo mejor, que tampoco es gran cosa, sucederá en breves momentos, cuando mañana a las cero horas, la gente levante su vaso para decir feliz año nuevo, como si nada fuera o como si todo fuera.
Domingo 30/12/07 – 23:48hs (ex 22:48) mientras escucho la sinfonía nº 5 de Malher

....................................................

En definitiva todo es en infinitivo

Morir aquí
Vivir así
Por quien vivir
Por quien morir.
Seguir sin ti
Venir por mi
Fingir que vi
lo que no vi.
Pedir el sí
Medir el fin
Seguir así
Por qué morir.
Sufrir sin ti
Sufrir por ti
Huir de ahí
Herirme a mi.
(12/01/06)

.......................................
CANCIONCITA

Es de noche y no tengo coche
Para dar una vuelta por el parque
Y si voy a pie, cosa que me gusta
Seguro que hay alguien que viene y me asusta
Por eso no me importa por que me conseguí un novio
Que no es musculoso pero tiene facha y un corte matador
Es de noche y no tengo coche
Y nunca voy a tener
Son muy caros y muy raros
Olele olelele.
Tengo pies, tengo dos
y funcionan como una motocross

....................................

RESOLUCION

Resolví razonar en cómodas cuotas diarias qué decir sobre algo que tenga alguna relación con la letra R. Para llevar a cabo el plan me propuse: todos los días desde el día de la fecha, te sentarás un momento y escribirás la primer palabra que se te cruce con R y a partir de esa palabra alguna reflexión sobre la misma. Me tranquilicé un poco, ya no tendré que hacer un manifiesto sobre la R que comprometa mi ideología, intelecto y existencia en esta vida, o si, pero me tranquilicé. La letra R, resuena en mi, por Don Ramón, el amor, la razón, la revolución, el ritmo y la ridiculez de estar acá donde uno está, pudiendo estar allá, donde por algún motivo desea estar y no está. Comienzo a escribir verborrágicamente, que es como me sale, mis pensamientos toman esta forma ordenada y caótica a la vez, traiciono mi propio plan y estampo estas palabras en el papel de un tirón.
La rutina se corta de pronto. Y pienso (Pausa) Las cosas pasan demasiado rápido. Y pienso (Pausa) Y mientras rápidamente pasan, yo, ¿qué resuelvo? Reviso. Reservo. Releo mis actos y elecciones. Retomo caminos y dejo otros. Redacto oraciones que digo a diario a quien cruzo. Relamo mis labios después de un buen plato. Reparto lo que tengo en lo que puedo con quien quiero. Redefino mi camino. Romanceo como puedo luego de un duelo. Rimo porque me sale, me sale porque me vale rimar para tenerte, mirarte y conquistarte. Reviso el lugar. Ricardo me mira desde un rincón. Roma queda lejos. Ridículo sería intentar llegar caminando con mis zapatillas de $10. Recuerdo cuando te ví en esa escalera. Recuerdo como me miraste. Reflexiono sobre por qué no hubiese comido risoto en nuestro primer encuentro. Realmente creo que hay mejores opciones. Ravioles. Rabas. Retengo los sabores mientras pienso qué elegir para decirte. Rara debe ser mi cara en este momento mientras pienso. Retumba el piso de arriba, alguien camina encima mío. Respiro profundo y redistribuyo mis ideas en mi cabeza y en el resto de mi cuerpo, se me caen un par de ideas a los pies, no llego a recogerlas, no sé si quiero hacerlo. Resguardo lo que me interesa en algún rincón que no corra riesgo. Repito una y otra vez un estornudo, siempre es el mismo, estoy un poco resfriada, pero no me retiene, yo sigo. Realmente poco sé si sirve de algo. Retengo de manera desmedida todo lo que siento por vos. Realmente poco sé si eso sirve de algo. Ropa colgada en la soga. Ruidos de la calle. Rezos de la gente. Resistencia desde algún frente. Rígidos policías. Revuelo de niños en la vereda. Radio de vecino que suena. Riña de perros. Reverencia de irreverentes. Resignación de alguien. Rostro con lágrimas. Resultado de un examen. Ribera de un río. Respeto a los mayores y a los menores ¿y a los del medio? Respeto. Reencuentro de amigos. Reemplazo en la escuela. Rastro de pisadas en la tierra de una plaza. Retirada de una batalla. Rutina de una ciudad. Retirada, mi retirada entre medio de todo esto, sin saber qué he resuelto, teniendo la ridícula sensación de que ya está todo resuelto.

.......................................

EL AUTITO BARATITO

Esta noche quiero un coche
Que me lleve a pasear
por una gran avenida
con nada en particular.
Que toque bien la bocina
y yo pueda saludar
a la gente que me mira
en mi carro sin igual.

Es mi autito chiquitito
es mi autito y es a gas
yo lo cargo con peditos
y a pasear por la ciudad
Es mi autito, azulcito
se puede identificar
me sale bien baratito
y me saca a pasear.

Y la nafta está muy cara
Ya nadie puede pagar
Y yo con mi combustible
Hasta puedo desafiar
A todos los poderosos
Que atrás de oro negro van
Yo tengo mi gran autito
Es quizá muy chiquitito
Yo lo cargo con mi gas
Y así es más baratito
Es mi idea patentada
Por si la quieren robar.

Es mi autito chiquitito
es mi autito y es a gas
yo lo cargo con peditos
y a pasear por la ciudad
Es mi autito, es azulcito
se puede identificar
me sale bien baratito
y me saca a pasear.

domingo, 20 de junio de 2010

PERROS Y OTROS ANIMALES



........

DOS PERROS

Tengo dos perros, uno parece una laucha y el otro un murciélago. Cuando uno encuentra perros en la calle que le caen bien, se queda con lo que encuentra, no les hace un casting. Así que estoy feliz con mis perros por más que parezcan una laucha y un murciélago. El que parece una laucha es macho, se llama Toto y duerme en un trapo de piso al lado de la heladera. Como la heladera es vieja y no cierra bien, pierde agua, por eso está el trapo. Toto duerme sobre el trapo húmedo pero no le importa, a él le gusta, él eligió ese lugar para dormir. (09/02/08)

ESTAMOS EN EL AIRE


VIAJE EN AVION 1

Estoy volviendo a Córdoba, el señor que tengo a mi lado comió las galletitas saladas que nos dieron y ahora no para de hacer un ruido espantoso con su boca, yo lo miro como para que se de cuenta, le dé apuro o algo pero no se hace cargo, sigue haciendo ese ruido espantoso. Este avión es muy incómodo. La fila de tres asientos que me tocó es angosto y el viejo hijo de puta que sigue haciendo ese ruido y no me deja concentrarme para escribir sobre otras cosas. ¿Lo hará a propósito? Es un ser desagradable. Está sentado a mi derecha, lee una revista y me roza con sus pelos mi brazo (con los pelos de su brazo, el pelo de su cabeza es corto). Ahora se saca un moco, es increíble. A mi izquierda hay otro señor. Sí, yo estoy al medio. Los dos deben tener la misma edad, rondando los 60 y pico. El de mi izquierda es más tranquilo y agradable. Cada tanto veo que el hombre estúpido de mi derecha no mire lo que escribo porque yo tengo apoyado mi cuaderno sobre la mesita rebatible del avión y este hombre perfectamente podría leer lo que estoy poniendo, pero él lee una revista, lee y cada tanto rezonga y sigue con su ruido, creo que no nos caemos bien mutuamente, a mi cada vez me cae peor. Pensé que no tenía anteojos pero tiene, con más razón podría leer lo que escribo pero no, está distraído con esa revista tan tonta como él que te ponen en el bolsillo del asiento de adelante. ¿Si el avión es para gente de plata por qué es tan incómodo y los asientos están tan pegados? Casi no puedo escribir, se me está por acalambrar el brazo porque lo tengo muy derecho para no pegarle con el codo a éste boludo. Ahora dejó de leer, estoy en terreno peligroso pero se giró hacia la ventana, acaba de darse vuelta e intentó mirar mi cuaderno, yo lo levanté rápido y él se giró hacia la ventana, me parece que se dio cuenta de algo raro. Sigue con el ruido, no tiene ningún tipo de pudor, cada vez lo hace más fuerte, es algo que hace mezclando dientes y lengua, como queriendo sacarse un pedazo de comida de los dientes pero ya es mucho, comió nada más que unas galletitas no es para tanto escándalo. Volvió a mirar, esta vuelta yo tapé lo que escribo con mi mano y me hice la que estaba pensando. Se sacó los anteojos, se refriega los ojos con una mano, con el dedo pulgar, el índice y el del medio, se los volvió a poner. Ahora sacó un caramelo, ya tiene otra excusa para seguir haciendo ruido con la boca. Por ahí tiene dientes postizos, es muy probable ahora que lo pienso. Estamos yendo por arriba de las nubes, ahora el avión se mueve un poco y me da miedo, eso me distrae del señor de la derecha, el de la izquierda es bárbaro, tranquilo, viene con su mesita baja y sus manos cruzando los dedos sobre la mesa, hace un jueguito con los dedos que me da hasta ternura. Acaban de pasar a retirar los restos del aperitivo, papelitos, vasos, esas cosas. El avión sigue bajando. Los dos señores levantaron sus mesitas, yo aún no, pero ya lo voy a tener que hacer. Las nubes están grandes y gordas, espesas. Acá arriba hay sol pero seguramente cuando las pase, Córdoba va a estar nublada. Ya anunciaron que hay que ponerse nuevamente el cinturón de seguridad, yo nunca me lo saqué así que me evito ese movimiento y puedo seguir escribiendo tranquila. Ya estoy viendo las afueras de Córdoba en los huecos que dejan las nubes. Acaba de hablar el capitán de la nave avisando que estamos descendiendo, ya lo sabía, uno lo puede notar si no duerme. Sé que el señor de mi derecha quiere que enderece la mesita, me doy cuenta porque la mira cada tanto. Estamos por pasar entre más nubes, las que hace un momento estaban bien abajo. El avión se mueve bastante. Cuanto más se mueve, más mira el señor mi mesita, no dice nada pero es como si lo pudiera escuchar: enderezá la mesita nena, no ves que estamos por aterrizar!? El capitán repitió que estemos sentados y con los cinturones pero no dijo nada de la mesita así que sigo escribiendo. A la mierda! Ahora sí que se mueve, cuanto miedo me da, aparte no se ve nada por las nubes. El señor paró con el rui, ah no, no paró, pero lo hace más pausado. El avión agarró un pozo, mientras más baja, más ruidos hace, más percibo la velocidad, más miedo me da. Viene una azafata, ella me va a decir algo seguro, se acerca, se acerca, me dijo lo de la mesita, a ella le tengo que hacer caso. Dejo sentado en el cuaderno antes, qué a minutos de llegar el señor de la derecha sigue con sus ruidos bucales y salimos de las nubes, ya empieza a verse la ciudad. (08/02/08)
…………………………..........................................................................................................................................
VUELO 2. Pienso y luego.........................

EL VERDADERO PESO DE LA BALANZA

El valor de las cosas que tienen valor y de las que no lo tienen.
El valor de hacer algo que otros no se animen.
Valorar eso que vos hacés y que yo hago pero vos no valorás.
Que valor tiene para mi, lo que para vos no tiene valor.
Cual es el valor de la verdad, de la mentira, de un disco, de un pasaje, de escucharte, de mirarte, de estar acá o estar allá, de estar con vos, de estar con él, de ser quien soy y no al revés. De triunfar allá o parar acá. Si pudiera pesar el valor de todas las cosas, incluso las abstractas, sería más fácil, se pondría en una balanza y ella marcaría que cosas tienen más peso o más valor. Así el valor sería siempre más objetivo y no lo determinaría el qué tiene más o menos valor para mi o para vos. Simplemente lo determinaría un objeto, esa balanza. Ahora, ¿quién determinaría el valor de la balanza?, ¿Otra balanza? Si, otra, y el de esa otra, otra. La balanza pasaría a ser como Dios porque qué otra cosa hay sobre ella que determine su valor, sino es más que ella misma? ¿Qué fue primero, el valor o la balanza?
Mientras escucho Amor por ti, por “Los ángeles negros” y escucho como un señor le dice Jorge a un niño que juega. Me resulta raro que un niño se llame Jorge, ese es un nombre para gente grande.

.........................................................................................................................................................................

Nunca lloré tanto arriba de un avión. Para colmo esta cosa se mueve. No puedo evitar recordarte todo el tiempo. La azafata pasa rápido hacia atrás. Me asustó. Hoy estoy con más susto que otras veces. Se me caen los mocos y las lágrimas. Caen en cantidades y al mismo tiempo. Me puse anteojos para ocultarme. Se deben dar cuenta lo mismo por el ruido. El ruido que hago con la nariz. Estoy al medio de dos tipos, nuevamente. Sentada al medio. Hubiera preferido la ventanilla, al menos el pasillo. Necesitaba sentarme en un extremo. Escucho música y cada canción que escucho me duele. El avión se mueve. Buenos Aires – Córdoba. Córdoba – Incertidumbre, miedo. No sé si hice bien o hice mal. Uno nunca debe saber. Tengo miedo de no saber. Tengo miedo de no poder. No poder, no sé que. Mañana voy a la psicóloga. Siento el cuello tenso. Tengo ganas de vomitar. En mi casa hay siete perros. Mi perra parió cinco cachorros. Los tuvo el 30 de marzo de 2008. Yo no estuve ahí. Escucho Noche de Ronda de Agustín Lara. Voy a empezar a llorar de nuevo. Lo presiento, me doy cuenta. No puedo sacarlo. Tengo sueño, un sueño raro. Estoy agotada. Me cuesta disfrutar las cosas lindas que me pasan. Yo estoy muy triste, será por eso. No sé como voy a entrar a mi casa. Quiero y no quiero llegar. Quiero y no puedo llegar. Los mocos se me siguen cayendo. No así las lágrimas. El llanto frenó por un momento. Si te pienso un poco me desarmo. Me desarmo de inmediato. Voy a dejar de escribir. Voy a intentar dormir. “Ultimo beso de amor” dice esta canción.

BUENOS AIRES Y LAS MEDIA LUNAS



Que gran decepción me puede llegar a causar una media luna fea en un bar de Buenos Aires. En Buenos Aires las media lunas no pueden ser feas porque esta es la ciudad de la media luna por excelencia, al menos para mí. En Córdoba no hay media lunas tan ricas, salvo las que consigue mi abuela los domingos. Ahora estoy esperando para hacer el trámite del pasaporte. Estoy en la esquina del ministerio del interior. Llegué una hora antes por las dudas y cuando fui a averiguar me dijeron que vuelva 10 minutos más tarde de mi horario de turno porque ellos llegan tarde a trabajar. Y escribo, no tanto por la idea de tener una especie de diario íntimo (o sí) sino porque como tengo ganas de ser escritora y los escritores escriben, tengo que escribir mucho, aun que sea sólo por la práctica de hacerlo. Está saliendo el sol. Estoy en un bar, suenan tangos, algunos más o menos lindos, otros espantosos, guitarras limpias que parecen ser la banda de sonido perfecta de una porno de arrabal. Este bar se llama “Los leones”. En el bar somos muy pocos. Este es el caso de las media lunas feas. Son gordas y feas, no pasa nada con éstas media lunas, es indignante. Me pedí tres y a la tercera ya la miro de lejos, no la voy a poder comer. El café safa. El sol ilumina las construcciones por parte y se ve todo muy lindo. Acaban de decir en la radio que hacen 23 grados y son las 7:40 de la mañana. Yo estoy sentada al lado de una ventana grande. Puedo mirar todo. En 18 minutos tengo el turno para el pasaporte. Que feo canta Julia Zenko por favor!!!, que crueldad escuchar esto a estas horas de la mañana. No estaba preparada para este impacto. Ya estoy a 5 minutos de ir al turno, leí el diario, un poco, por arriba. Voy a pedir la cuenta. La media luna se quedará sola en un platito sobre la mesa.