lunes, 28 de julio de 2014

LO QUE NO SE

Lo que no sé es lo que sé, y de lo que sé, cada vez sé menos. Sé algunas cosas, pocas, que a veces parecen muchas e importantes y en el momento que pueden servirme de algo me doy cuenta que no sé nada de nada, ni si quiera sé de lo que pensaba que sabía. Me consuelo pensando que si no sé ahora por ahí podré saber después. Creo que a veces sé y no sé de manera selectiva, a veces uno no sabe porque no le conviene saber, otras veces elige no saber, otras veces sabe perfectamente y se hace el boludo/a, esta última suelo experimentarla en algunas situaciones de pareja o de niña la experimenté muy a menudo cada vez que estuve a punto de incendiar mi casa o tuve algún desperfecto dentro de mis juegos infantiles (un poco rudos a veces), ante el grito de ¡¡¡¿Quién fue?!!! Desarrollé una buena mirada y expresión en mi rostro que acompañaban un sutil y dulce: no sé. No sé estar quieta, no sé inglés, no sé mover cosas con la mente, no sé cómo ser una buena creyente. Hay días que lo quiero y hay días que no lo sé, no sé si me ayuda la terapia, no sé si algún día tendré casa, hijos, plantas y perros, gatos no, eso si lo sé. No sé si mañana me voy a levantar como siempre o si no me levantaré, eso no lo sé, no sé porque a veces me preocupa tanto saber, no sé para qué. No sé si estará bueno lo que escribo, si alguien le encontrará un sentido o si esto será solo un sonido estampado en un papel, no sé.